Hechos 9: 32-35
32. Pedro recorría toda la región y fue a ver a
los santos que vivían en Lida.
33. Allí conoció a un paralitico llamado Eneas,
que llevaba ocho años en cama.
34. Pedro le dijo: Eneas, Jesucristo te
sana. Levántate y tiende la cama. Inmediatamente Eneas se levantó.
35. Todos los que vivían en Lida y en Sarón lo
vieron y decidieron seguir al Señor.
Pedro fue un apóstol de Jesús; a él que Jesús le
dijo, sígueme y te hare pescador de hombre, a él que Jesús le dijo, Pedro antes de que
cante el gallo me negaras tres veces, ¿ya sabes de qué Pedro te hablo?
Después que muere Jesús, resucita y permanece cuarenta
días con
sus apóstoles dándoles muchas pruebas de que estaba vivo y hablándoles
del reino de Dios; bueno uno de esos apóstoles era Pedro, del que les hablé al
principio, él fue testigo de la resurrección
de Cristo y sobre el vino el Espíritu Santo de Dios y le dio poder y
autoridad para sanar enfermos.
Así como vino el Espíritu Santo a Pedro, así va a
venir sobre ti, el Espíritu de Dios y te dará poder para salvarte, sanarte y
sanar enfermos en el nombre de Jesús.
Solo tienes que creer y serás testigo de que tu Dios es un Dios vivo y
se lo dirás a todo el mundo, porque sentirás tanta pasión por Jesús que nada ni
nadie te podrá callar, sentirás la
necesidad de hablar para que todo el mundo sepa quién es el creador del cielo y
de la tierra el que está en tu corazón.
De esta manera hoy quiero decirte que eres sano así
que levántate creyendo, porque hoy eres libre de toda enfermedad, porque hoy
impondrán las manos a los enfermos y
ellos sanarán, porque hoy vendrá el
Espíritu Santo sobre ti para no irse jamás, todo esto pasará en el nombre de
Jesús. Amén y Amén.
Oremos:
Padre gracias porque sé que he sido sanado, porque
hoy me has dado de tu Espíritu, lo he creído, lo creo y lo creeré siempre por
eso lo confieso en el nombre que es sobre todo nombre. Amén.
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