sábado, 19 de abril de 2014

ORANDO ININTERRUMPIDAMENTE


Tesalonicenses 5:17
17:     Orar sin cesar

Cesar viene del griego adialeíptos que significa ininterrumpidamente, permanentemente, sin omisión, sin olvido.

Aprovechemos al máximo cada momento para orar porque los días son malos,  vendrán tiempos  aún más difíciles;  tenemos que estar fortalecidos con el gran poder del Señor, para cuando vengan las dificultades poder soportar toda la maldad en el nombre de Jesús.

La oración es un privilegio, un honor y un deber, es también una labor constante, debemos orar siempre  y sin desmayar hasta que la respuesta a la oración sea contestada.

Orar es perseverar en nuestras súplicas para obtener la gracia necesaria a fin de soportar victoriosamente la lucha contra nuestros enemigos espirituales, nuestras concupiscencias y corrupciones, seguros de que no buscaremos el rostros de Dios en vano.


Oremos:

Padre amado, hoy quiero orar como en la parábola de la viuda y el juez injusto.  Donde la viuda insistía en pedirle al juez que le hiciera justicia contra todos sus adversarios,  aunque el juez se negó por algún tiempo, el accedió hacer justicia porque la viuda no dejaba de molestarlo.  Pero Señor hoy clamo a ti y no a un juez injusto, tu eres mi Dios de justicia y sé  que Tú harás justicia por  todos aquellos que te buscan,  clamaré a ti de día y de noche, teniendo la seguridad que no tardarán las respuestas a mis oraciones en el nombre de Jesús.  Amén.



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