Tesalonicenses 5:17
17: Orar sin cesar
Cesar viene del griego
adialeíptos que significa ininterrumpidamente, permanentemente, sin omisión,
sin olvido.
Aprovechemos al máximo cada momento para orar porque los días son
malos, vendrán tiempos aún más difíciles; tenemos que estar fortalecidos con el gran
poder del Señor, para cuando vengan las dificultades poder soportar toda la
maldad en el nombre de Jesús.
La oración es un privilegio, un honor y un deber, es también una labor
constante, debemos orar siempre y sin
desmayar hasta que la respuesta a la oración sea contestada.
Orar es perseverar en nuestras súplicas para obtener la gracia necesaria
a fin de soportar victoriosamente la lucha contra nuestros enemigos
espirituales, nuestras concupiscencias y corrupciones, seguros de que no
buscaremos el rostros de Dios en vano.
Oremos:
Padre amado, hoy quiero orar como en la parábola de la viuda y el juez
injusto. Donde la viuda insistía en
pedirle al juez que le hiciera justicia contra todos sus adversarios, aunque el juez se negó por algún tiempo, el accedió
hacer justicia porque la viuda no dejaba de molestarlo. Pero Señor hoy clamo a ti y no a un juez
injusto, tu eres mi Dios de justicia y sé
que Tú harás justicia por todos
aquellos que te buscan, clamaré a ti de
día y de noche, teniendo la seguridad que no tardarán las respuestas a mis
oraciones en el nombre de Jesús. Amén.
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