HEBREOS 6:14-17
14. “En verdad te bendeciré abundantemente y te multiplicaré en gran manera”.
15. Abraham espero con paciencia hasta que un día Dios cumplió su promesa.
16.
Cuando una persona jura, lo hace apelando a alguien superior a ella
misma. Un juramento pone fin a cualquier controversia.
17.
Dios se ató a un juramento para que los herederos de la promesa
estuvieran absolutamente seguros de su cumplimiento, y que supieran que
nada cambiaría el juramento.
Que es certeza: es una verdad absoluta, es la seguridad,
Nada, ni nadie va a cambiar las decisiones que ha tomado el Señor. Él dijo que te bendecirá abundantemente, también dijo que te multiplicará en gran manera, que restituirá todo lo que te han quitado, que el sanará todas tus dolencias,
que nadie podrá hacerte frente, que te suplirá conforme a sus riquezas
en gloria; porque Él estaría contigo todos los días de tu vida.
Entonces
¿de qué te quejas?, ¿cuál es tu inconformidad? Hoy creo tener la
respuesta, a estas pregustas: Porque aunque veas todos los días la
mano de Dios en tu vida, aun no le crees. Tienes que creer de verdad en
Jesús, y Él hará. ¡Dios! abre los
oídos y los ojos para que comprendan que todo radica en creer. Solo
cree. Cree que Él, tu imposible lo hace una realidad, lo hace palpable
en tu vida. Es posible para Dios.
Permite que la verdad absoluta de Dios sea una convicción en tu vida.
Oremos:
Señor, mi Dios, Tú dices en tu Palabra que me sacarás de toda esclavitud que tenga en mi vida, que tendrás misericordia de mí, que restaurarás todo mi ser, que todo lo que me haya avergonzado estará totalmente en el pasado y nunca más te acordarás, que me harás una nueva persona; que me darás paz y seguridad, lo creo en el nombre de Jesús. Amén.
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