GÉNESIS 1:1-2
1.
En el principio creó Dios los cielos y la
Tierra.
2.
La tierra
estaba desordenada y no tenía forma. La
oscuridad cubría el profundo abismo, mientras que el Espíritu de Dios se movía sobre
las aguas.
Un
constructor necesita materia prima para poder edificar, pero, Dios no necesita
nada; de la nada Él creó todo lo que alcanzas a ver y lo que no puedes ver. Él con su gran poder
creó los cielos y la tierra.
Recuerda cuando no veas nada, cuando menos veas la solución a los
problemas es cuando más rápido Él se va a mover en tu vida, porque Dios hace
las cosas y parte de la nada.
El abismo era la base que Dios tenía para empezar
a construir el mundo con todas sus maravillas, no había nada digno de ver porque estaba vacío y amorfo, confuso, oscuro, todo era tinieblas y debajo
de ella lo que había era abismo no había luz; es decir caos total. Muchas veces nuestra vida está en completo
caos, deja que Él Espíritu de Dios ordene tu vida y todo lo que ella conlleva.
El Espíritu de Dios es el motor de la
creación, era lo que se movía sobre la superficie. Y es Él Espíritu Santo quién comienza la
obra y cuando comienza no descansa hasta
terminarla. Lo que Dios empieza lo termina, créelo. Él
está en medio de todo, deja que sea Él quien te oriente, quien te ayude, quien
te sane, permite que actúe en tu vida en el Nombre de Jesús.
Oremos.
Padre tengo áreas en mi vida que son un
verdadero caos, un verdadero problema, hoy decido entregarte todas mis cargas, te entrego mi pasado, te entrego mi
presente y mi futuro, solo Tú puedes actuar en mi vida, necesito descansar en Ti,
en el Nombre de Jesús. Amén.
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