DEUTERONOMIO 7:14-15
14.
Serás bendecido más que todas las naciones de la tierra; ninguno de
los tuyos, sea hombre o mujer, será estéril, y tampoco lo será tu
ganado.
15.
Y el Señor quitará de ti toda enfermedad y no dejará que sufras ninguna
de las plagas que tú mismo sabes que azotaron a Egipto. En cambio,
tus enemigos si la sufrirán.
Deuteronomio
es un libro que habla frecuentemente que Dios, es Él Señor del cielo y
de la tierra, también habla sobre su especial relación con su pueblo. Se
alardea de decir que Él es el Señor tu Dios, que su origen es de amor
divino, de amor por siempre, de amor eterno, por ti.
Dios
es amor, nos lo demuestra, porque todas las promesas que Él ha hecho se
cumplen, porque aunque no las veas ya son una realidad en tu vida. Él
es un Padre ejemplar y en ocasiones se parece a los padres terrenales o
¿es que para recibir, muchas veces no tienes que tener un buen
comportamiento?
Para
que no sufras tienes que ser obediente a la voz de Dios. El cielo y la
tierra son testigos de que Él Señor nos da a elegir entre la vida y la
muerte, entre la bendición y la maldición. La forma en que tú puedes
expresarle tu amor es, escogiendo el camino de la vida, obedeciéndolo, de esa forma tendrás largura de días y verás el cumplimiento de todas sus promesas en ti.
Oremos:
Padre,
cuan grandioso eres, tan perfecto en todo, en ti me refugio porque
eres mi escudo, tú me llenas de fortaleza, me proteges a donde quiera
que voy. Señor tu bondad me ha engrandecido porque me has dado la
victoria en Cristo Jesús y has hecho cumplimento de tus promesas en mí
vida. Amén.
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