JEREMIAS 17:14
14. ¡Señor, sólo Tú puedes sanarme, sólo
Tú puedes salvarme de todos los peligros, por eso toda
la gratitud de mi corazón es solo para ti!
En la época que profetizó Jeremías la
sociedad se estaba deteriorando económica,
política y espiritualmente. Podemos decir que son tiempos muy parecidos y
recuerden que la Palabra de Dios es de ayer, hoy y para siempre.
Siempre está vigente.
Hoy es un día de oración, por sanidad, protección y salvación. Que solo
la podemos encontrar en Jesús. Quiero que entienda en el buen sentido de la
palabra que ser bueno, religioso no lo va a curar, tenga cuidado en que
deposita su confianza, solo Dios puede curar su enfermedad, pero usted debe
estar dispuesto que Él lo haga.
Direcciona tu mirada y ponla solo en Jesús, no sigas viendo tus bondades, no sigas viendo
la religión como una solución a tus problemas.
Ten un encuentro con Dios, Él te sanará, y te salvará.
Clama al Señor tu Dios y Él te responderá. Si dejas que Dios te sane, nada ni nadie podrá lastimarte, Él te da
nuevas fuerzas, Él dará vigor a tus
huesos. Si lo crees.
Oremos:
¡Oh Dios, no te quedes callado, ven con gran
poder y sálvame! ¡Defiéndeme con tu
fuerza! ¡Escucha mi oración!, presta
atención a mis suplicas, porque personas
que no tienen temor de Ti, asechan para hacer daño a mi vida y a las personas
que amo. Ayúdame, sana toda dolencia, sana mi corazón, sáname de toda enfermedad, en el nombre de Jesús. Padre estoy seguro que si te pido que me sanes me sanarás; que si te
digo que me salves me salvarás, hoy te
pido protección, sanidad Divina para mí y para todas las personas que amo,
gracias porque has contestado mi oración y
has puesto un cerco de ángeles guardianes y guerrero alrededor de tus hijos. Amén.
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