ECLESIASTES
3:1
1. Para todo hay un tiempo oportuno. Hay tiempo para todo lo que se hace bajo el
sol.
El gran problema que tenemos al esperar, es que
pasa el tiempo y siguen las
dificultades; esto genera incertidumbre. El no saber cuándo y cómo se van a solucionar
las cosas en muchos casos trae desesperanza.
El peligro es dudar o resentirte, por sentir que Dios te ha
abandonado, esto te lleva a la desesperación, a la rebeldía o
seguir adelante sin su ayuda.
A pesar de todas las dificultades que enfrentes, que parecen demostrar que Dios te
ha abandonado, que esto no sea un obstáculo
para seguir creyendo en Él.
El secreto de estar en paz con Dios es
descubrir, aceptar y apreciar el momento oportuno para Él, ya que su tiempo es
perfecto.
Dios tiene un plan para tu vida. Aférrate
mucho más al Señor porque separados de Él nada puedes hacer, no te enfrentes a
la vida sin su ayuda.
¡Conserva
la calma, porque en Jesús, todo tiene un cómo y un cuándo! ¡Recuerda Él cumple sus promesas, Él no
miente!
Oremos:
Padre, tu eres mi Dios y en ti he confiado,
mi vida está en tus manos; protégeme de
todo aquello que me agobia. Dios mío,
mira que te estoy llamando; estoy preocupado y angustiado, te entrego mis
cargas, muéstrame tu buena voluntad. Por
el gran amor que sientes por mí, no te tarde más, concédeme los anhelos de mi corazón Él nombre de
Jesús. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario