JUAN 11:40-44
40.
Jesús respondió: ¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios?
41.
Entonces quitaron la piedra.
Jesús miro al cielo y dijo:
Padre, te doy gracias porque me has escuchado
42. Yo
sé que siempre me escuchas, pero lo dije para que la gente que está aquí crea
que Tú me enviaste.
43.
Después de decir esto, gritó con todas sus fuerzas ¡Lázaro, sal de ahí!
44. Y el que había estado muerto salió, con
las manos y los pies vendados, y el rostro cubierto con lienzo.
Creer viene
del griego pisteúo que significa tener fe, confiar en la veracidad de Dios, confianza en
Cristo para salvación.
El creer se
adquiere a través de la oración y la palabra de
Dios. Él Señor Jesucristo te ha dado
todas las garantías imaginables para que una fe sincera sea coronada, si te
apropias de su Palabra, te apoyas de su poder y en su fidelidad, veras la
gloria de Dios,
Jesús alzó
los ojos por encima de la tumba de Lázaro.
Alza los ojos por encima del problema y mira al cielo a tal punto que tu
alma hable por ti y sienta que te compenetras tanto con Dios que escuches su
voz, de esa forma obtendrás la seguridad
de haber recibido tu petición. Porque todo pero todo es posible para Dios.
La oración y su Palabra, es la llave que abre
las puertas de los cielos. Saber que el
Padre te oye debe ser motivo para tener una intimidad a diario con Él. Dispón tú corazón para que crea en Él Señor,
pueden haber mil reflexiones diarias y te gusten, pero va hacer rema en tu vida,
si tomas la decisión de Creer en el mensaje de Dios. Es importante leer la Palabra, porque la fe
viene por el oír y el oír la Palabra de Dios.
Oremos:
Padre amado,
perdóname, porque tengo dificultad en
creer que puedes solucionar muchas cosas en mi vida. Pero hoy tomo la decisión de creer aunque vea
todo al revés. Tengo la necesidad de que
renueves y limpies mi alma a través de
tu Palabra, que es dadora de vida y vida
en abundancia. Permite que yo lleve
grabado tu mensaje hoy y siempre en mi mente y mi corazón en el nombre de
Jesús. Amén.
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