viernes, 14 de febrero de 2014

NECESITO UN MILAGRO


LUCAS 8: 45-48

45.   Jesús preguntó: ¿Quién me toco?  Como todos negaban haberlo tocado,  Pedro le dijo.  Maestro, es mucha la gente que te aprieta y empuja.

46. Jesús respondió: Pero alguien me ha tocado; lo sé porque de Mí ha salido poder.

47.   La mujer al verse descubierta, fue temblando y se arrojó a los pies de Jesús.  Y allí, frente a toda la gente, le conto por qué lo había tocado y como en ese mismo momento había quedado sana.

48.   Le dijo Jesús: Hija tu fe te ha sanado.  Vete tranquila.

Muchos rodeamos  a Jesús, le oramos  pero  no tenemos el suficiente acercamiento,  y la suficiente confianza para ver su verdadero poder, por eso no vemos cambios, ni mejora nuestra vida porque limitamos su grandeza y su gran voluntad.   

No tenemos la suficiente intimidad con Dios  para recibir un milagro,  busca la manera de acercarte a Jesús, a tener una amistad verdadera con Él y veras los resultados.  Dios puede hacer tu milagro en un instante, es decir el milagro depende de tu fe, no permitas que tarde más. Llénate de seguridad y recibe tu milagro en el nombre de Jesús.

Oremos.
Señor, necesito un milagro, así como resucitaste a la hija de Jairo, así como sanaste a la mujer con flujo de sangre, así como multiplicaste los peces, así como alimentaste a la multitud, así como calmaste la tormenta, así realiza un  milagro en mí vida, lo  anhelo con todo mi corazón; sé que  solo Tú puedes hacerlo realidad porque Tú eres el mismo de ayer, de hoy y el de siempre por siempre.  Te pido Padre, has un milagro.  Mi Dios escúchame, que mi oración llegue a ti,  tanto que abras las puertas de los cielos y se haga realidad mi milagro. En el nombre que es sobre todo nombre.  Amén. 

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