jueves, 13 de febrero de 2014

EL SILENCIO DICE MAS QUE MIL PALABRAS



JOB 2:12-13
12.  Job estaba tan cambiado que casi no lo reconocieron.  Sus amigos rompieron a llorar, rasgaron su ropa, lanzaron polvo al aire y se echaron tierra en la cabeza en señal de dolor. 
13.   Luego se sentaron silenciosos en el suelo junto a Job durante siete días y siete noches, y ninguno dijo nada; comprendían que su aflicción era tal que no había lugar a palabras.

En la cultura judía, las personas  que llega a consolar a alguien, no habla sino hasta que esa persona hable.   La preocupación de los amigos de Job era verdadera, y se lo hace saber comportándose de la mejor manera. 
Las facciones de una persona cambian cuando está en aflicción, pero no por eso usted debe alejarse,  es la forma de demostrar su amistad al compartir con él su dolor.  No se aparte, permanezca cerca del que lo necesite.
La mejor respuesta hacia el sufrimiento de una persona es el silencio.  Por mucho que quieras decir, nada va a consolar,  solo necesita tu compañía.  Sea sensible  en la forma que consuela.  Recuerda que cuando hables tus palabras sean mejor  que el silencio, la prudencia hace verdaderos sabios. Calla el tiempo que sea necesario.
Oremos:
Padre ayúdame a ser un verdadero amigo, a callar el tiempo que sea necesario, a estar presente y poder consolar en el tiempo oportuno.  Padre consolador calma las almas de  todas aquellas personas que hoy necesitan de tu refugio, de tu amor, de tu paz en el nombre de Jesús.  Amén.

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