MARCOS 7:14 -16
14. Pidió entonces Jesús la atención de la
multitud y dijo: Escúchenme bien y entiendan:
15. Lo
que daña a una persona no es lo que viene de afuera. Más bien, lo que sale de la persona es lo que
contamina.
16. El
que tenga oídos, oiga.
Muchas veces
te preocupa lo que
comes, hasta cuentas cuantas calorías tiene cada comida que digieres, porque puede
aumentarte de peso, o porque te produce
daño intestinal; cuando lo más importante debe ser el cuidado de tú corazón. ¿Estás cuidando tu corazón?
Para Dios no
es suficiente que oigan, sino que entiendan su Palabra ya que esta es la que limpia.
Del corazón
es que salen los malos pensamientos, tales como: la envidia, la avaricia, la
maldad, el engaño, la arrogancia, en fin, que es lo que hay en tu corazón que te
persigue, bueno eso y solo eso es lo que te intoxica. Lo primordial es limpiar el corazón de malos
pensamientos que te conlleven a toda maldad.
Lo que sale
de la boca, lo que expresas verbalmente es lo que daña, porque es lo que tienes en tú corazón, recuerda de la abundancia del corazón habla la boca,
realmente eso es lo que debes limpiar.
Oremos:
Padre, perdóname porque parece innato mis malos
pensamientos, siempre están latentes en mi corazón, solo Tú puedes limpiarme. Sana toda herida que hoy me impide amar, sana
todo aquello que me impide perdonar, limpia con un hisopo toda iniquidad, déjame más blanco que la nieve
en el Nombre de Jesús. Amén.
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