lunes, 17 de febrero de 2014

LIMPIA MI CORAZÓN

 
MARCOS 7:14 -16

14. Pidió entonces Jesús la atención de la multitud y dijo: Escúchenme bien y entiendan:

15.  Lo que daña a una persona no es lo que viene de afuera.  Más bien, lo que sale de la persona es lo que contamina.

16.  El que tenga oídos, oiga.

Muchas veces te  preocupa  lo  que comes, hasta cuentas cuantas calorías tiene cada comida que digieres, porque puede aumentarte de peso, o porque te  produce daño intestinal; cuando lo más importante debe ser el cuidado de tú corazón.  ¿Estás cuidando tu corazón? 

Para Dios no es suficiente que oigan, sino que entiendan su Palabra ya que  esta es la que limpia.

Del corazón es que salen los malos pensamientos,  tales como: la envidia, la avaricia, la maldad, el engaño, la arrogancia, en fin,  que es lo que hay en tu corazón que te persigue, bueno eso  y solo  eso es lo que te intoxica.  Lo primordial es limpiar el corazón de malos pensamientos que te conlleven a toda maldad.

Lo que sale de la boca, lo que expresas verbalmente es lo que daña,  porque es lo que tienes en tú corazón,  recuerda  de la abundancia del corazón habla la boca, realmente eso es lo que debes limpiar.

Oremos:

Padre,  perdóname porque parece innato mis malos pensamientos, siempre están latentes en mi corazón, solo Tú puedes limpiarme.  Sana toda herida que hoy me impide amar, sana todo aquello que me impide perdonar, limpia con un hisopo  toda iniquidad, déjame más blanco que la nieve en el Nombre de Jesús.  Amén.

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