miércoles, 15 de enero de 2014

¿VER PARA CREER?



Juan 20: 24

24.         Tomas no estaba con ellos cuando vino Jesús.  Él era uno de los doce seguidores, al que llamaban el gemelo.

25.         Los otros seguidores le dijeron: ¡vimos a Jesús!      Pero él les dijo: No creeré a menos que vea la marca de los clavos en sus manos, y meta mi dedo en el lugar de los clavos y mi mano en su costado.

26.         Una semana después, los seguidores estaban otra vez en la casa.  Esta vez Tomás estaba con ellos.  Aunque las puertas estaban con llaves, Jesús entró y se puso en medio de ellos y dijo: La paz sea con ustedes.

27.         Después le dijo Tomás: Pon tu dedo aquí y mira mis manos.  Extiende tu mano y métela en este lado de mi cuerpo.  Ya deja de dudar y cree.

28.       Tomás le contestó: ¡Mi Señor y Mi Dios!

29.       Jesús le dijo: ¿Tú creíste porque me viste?  Afortunados los que creen y no han visto.

Tomás era uno de los doce seguidores de Cristo, siendo seguidor de Jesús  no creía en lo que le habían dicho los otros discípulos;  Es decir, que así hay muchos creyentes, que tienen que ver para poder creer que Cristo cumplirá sus promesas.  

Él Señor muchas veces tarda para ver qué tanta paciencia tienes para esperar y para ver qué tanta  confianza  tienes en Él.  Muchas veces perdemos la oportunidad de ver realizadas nuestros anhelos porque simplemente no creemos que se van hacer realidad en nuestras vidas.

Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta.  Dios es real  ¡Cree, no le des oportunidad a la duda que debilite tú fe!

Oremos:

Padre perdóname porque soy insensato y necio; dudo y vuelvo a dudar de tu poder, de tu gran amor, ayúdame a no debilitar aún más mi fe, en el Nombre de Jesús.  Amén.

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