Efesios 1: 13-14
13. Gracias
también a lo que Cristo hizo, cuando ustedes escucharon el mensaje verdadero de
salvación y creyeron en Él, fueron marcados con el sello del Espíritu Santo que
Él había prometido.
14. La
presencia del Espíritu Santo en nosotros es como el sello de garantía de que
Dios nos dará nuestra herencia.
Además, significa que Dios nos ha
comprado y que nos Salvará hasta el final.
Todo esto lo hizo para que alabemos y le demos a Él la gloria.
El sello: Es símbolo de propiedad de
pertenencia; pero también es de identidad genuina, auténtica, legitima.
Garantía: Es un respaldo que asegura o
protege de algún riesgo o necesidad, es la promesa de pago completo.
Cuando recibimos la salvación por medio de
Cristo somos justificados, santificados y redimidos
Justificados: Es el inmerecido encuentro y
relación correcta con Dios a pesar de toda culpa.
Santificación: Es la permanencia y cercanía
con Dios
Redención: Nos libera de la esclavitud del
pecado.
Quise definir todos estos significados para
llegar a la gran conclusión que el Espíritu Santo es el sello que tenemos de
parte de Dios, es el respaldo de pertenencia en Él, es la garantía que Él hará lo que prometió, no
contento con eso nos da su infinito amor y nos perdona de todo pecado. Es decir, cuando creíste, fuiste marcado con el sello del Espíritu Santo, que es el
depósito que garantiza nuestra herencia, nuestro perdón y nos llena de su
presencia y nos inunda de su amor.
Oremos:
Padre gracias por tu inmenso e inmerecido
amor, gracias porque a pesar de mis debilidades tú me perdonas y me llenas de
tu presencia, de tu gracia y de tu paz.
Amen
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